Let me die smiling

Ambos saben que es imposible pero aún así no pueden dejarse. Se necesitan el uno al otro porque se complementan como nunca antes lo hicieron con otra persona. Creían que era imposible sentirse así, pero a pesar de eso se dieron cuenta que cambiaron. El cambio demostró que él no es más ese chico inmaduro, ahora sabe lo que quiere y valora las cosas. Ella se dio cuenta que está enamorada y no puede hacer nada al respecto, no puede controlarlo. La distancia es el único problema entre ellos, porque el amor y las ganas de estar juntos ya están presentes. Ninguno de los dos sabe a dónde va a llevarlos todo esto, ninguno se imagina cuál va a ser el fin. Lo único que quieren es que nunca se termine, quieren ser infinitos.