Apareciste un día, de la nada. Apareciste y te diste el tupé de enamorarme en cuestión de segundos. Primer mes. Segundo mes. Tercer mes. Cuarto mes. Cuatro putos meses llenos de felicidad. Ni un puto espacio vacío dentro de mí. Y ahora, te das el lujo de irte de mi vida como si nada hubiera pasado, como si no nos hubieramos conocido, como si no hubieramos vivido todas las cosas que vivimos. Y además, te animás a decirme que no te importa si me preocupo por vos. Después de tanta felicidad incondicional que me diste, después de llenarme el vacío que sentía hace 3 años, ¿cómo mierda pretendés que no me preocupe por vos, y más sabiendo tu estado? No pretendas de mi cosas imposibles... Sabés que te amo. Más que a nada en este mundo. Y que las 24 putas horas del día me las paso pensandote.
Mierda. Otra vez escribiendo sobre vos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar