1.2.11

Todo parece ser cíclico en esta vida: las relaciones, las estaciones, la depresión, la felicidad, la tristeza, nosotros mismos. Todo nace para morir, y muere para renacer. Y no puede ausentarse ninguna parte del proceso, porque cada una es crucial para que la otra suceda.
Lo que nos pasa, bueno o malo, se puede considerar el alimento que nos da las fuerzas para superar los obstáculos diarios. Las experiencias negativas son nutritivas, ya que sin ellas nuestro corazón no tendría la energía para combatir futuras lesiones.
El SER ALGUIEN en esta Tierra ya no pesa. Se transforma en algo más etéreo, como el "planeta" que habitábamos cuando éramos chicos y correteábamos con los pelos al viento, detrás de una fantasía de nuestra despreocupada cabecita.
Mi HOY ya no me pesa. Todavía no encontré mi espacio en este reino conteporáneo, pero mientras espero mi veredicto, me quedo en paz sabiendo que puedo ser feliz con cualquier versión de Luli que elija sacar a pasear.
Hola, mundo. Acá estoy yo, Luli.

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