Siento que caigo lentamente. No es una caída repentina, es como si estuviera flotando, como si estuviera cayendo a un pozo que sé que tiene un final y que me va a matar la caída, pero yo ahora estoy cayendo, en el aire. Cada vez quedan menos segundos de caída, cada vez se acerca más el suelo. Y tengo miedo, muchísimo miedo. No quiero caer, pero ya estoy cayendo, no hay vuelta atrás, no hay forma de volver a subir, de volar hacia arriba. Cuando termine de caer, mi mundo se va a derrumbar, voy a morir internamente. Todo lo que me sostenía, todo ese amor que me sostenía, no está. Lo que me enamoró, la razón por la cual yo siempre te admiré y siempre te agradecí, ya no está. Y no sé que pensar. Solo pienso en el poco tiempo que me queda flotando.
Y ahora es menos, ahora menos. Cada vez menos.
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