Lo único en lo que pienso, eso es. Soy increiblemente dependiente del palpitar de su corazón para poder seguir en línea recta. Es que es tan perfecto. Es tan lindo, tan tierno, tan bueno. Como todos, tiene sus defectos, soberbio, desconfiado, pesado... Pero a pesar de todo, amo esos defectos. Amo todo de él. Cualquier cosa que él haga cambia mi humor, mi estado, a mi. Cada palabra suya me hace sonreir y sentir adrenalina. Siento que él es lo único que me llena, que me completa, que me hace ser verdaderamente yo. Es lo único que quiero, que necesito. Llegó y, sin nisiquiera tocar la puerta, entró a mi corazón y se enterró en lo más profundo de mi ser. Lo amo, realmente lo amo, y ninguna pelea va a cambiar eso nunca. Sé que todo lo que pueda llegar a pasar podemos solucionarlo. No me imagino sin él, ni tampoco quiero imaginarlo. Con tan solo pensar que me eligió a mi (me eligió A MI, todavía me cuesta creerlo) me hace sentir tan especial. Es tanto lo que siento, inexplicable de describir, no existen las palabras. Si pienso que lo pierdo, siento que me quedo sin aire, que se me va la única razón por la cual me siento yo. Si él se va, mi mundo se derrumba en millones de pedazos. Sé que no soy perfecta, pero intento ser lo más cercano a lo que él necesita. Realmente, sin él no sabría qué hacer conmigo misma. Estamos hechos para estar juntos. Su mano encaja perfectamente con la mia, y no pienso soltarla nunca. Mi mundo, mi vida, MI TODO, es él.
Es Franco.
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